El papa es la cabeza de la Iglesia Católica Apostólica Romana y jefe del Estado de la ciudad del Vaticano. Entre otros muchos cargos ostenta los cargos de:
- Obispo de Roma
- Vicario de Cristo
- Sucesor del apóstol Pedro
- Pontífice Supremo de la Iglesia Universal
- Soberano del Estado de la Ciudad del Vaticano
- Padre de los Reyes
De los cuales podemos destacar el papel de Vicario de Cristo, que significa el representante de Cristo en la tierra. Es una responsabilidad muy grande representar a Cristo y sus principios para guiar a los creyentes y dar ejemplo. En cambio, la historia ha reflejado que en incontables ocasiones los papas han llevado a cabo acciones que parecen hacer dudar claramente de que representen a Cristo. Una de ellas es la esperpéntica historia del acontecimiento conocido como "El sínodo del cadáver".
El papa Formoso regentó la jefatura de la Iglesia Católica entre el año 891 al 896, y durante su pontificado se vio forzado por el emperador Guido de Spoleto a proclamar emperador a su hijo, Lamberto de Spoleto. Cuando murió Guido de Spoleto, Lamberto de Guido se convierte en el nuevo emperador, al tiempo que el papa Formoso se acerca al rey alemán Arnulfo, a quien convence que avance hacia Roma y libere a Italia de la familia Spoleto.
Arnulfo asaltó Roma en el 896, expulsó a Lamberto de Spoleto y el papa Formoso proclamó emperador a Arnulfo en la Basílica de San Pedro. Poco después el papa Formoso fallece.
¿Un Vicario de Cristo dedicado a temas políticos y territoriales?, ¿ a promover guerras e invasiones?, ¿Proclamando emperador a conquistadores que con toda seguridad causaron en la contienda muchas muertes?. Pues por si fuera poco, lo que siguió fué absolutamente lamentable y penoso.
El sucesor del papa Formoso fue el papa Esteban VI con el apoyo de Lamberto de Spoleto, que volvió a tomar el control de Roma después de enfermar Arnulfo y abandonar Italia. Lamberto promueve la realización de un juicio contra el papa Formoso por no apoyar a los Spoleto durante su papado. El papa Esteban VI, posiblemente en agradecimiento al apoyo de Lamberto en su coronación como papa, accede a realizar el dichoso juicio. La situación que se creó por orden del Vicario de Cristo fue dantesca. El papa Esteban VI ordenó, nueve meses después de la muerte del papa Formoso, someterlo a juicio en lo que se conoce como "Concilio cadavérico" o "Sínodo del cadáver".
El concilio se celebró en presencia del papa Esteban VI, que ordenó exhumar el cadáver del papa Formoso que llevaba nueve meses muerto, vestirlo con los ornamentos papales, y sentarlo en un trono para escuchar las acusaciones. Como es lógico deducir, el papa Formoso, no contestó las acusaciones (lo cuál si que hubiera sido un milagro) del papa Esteban VI que ejercía de juez y lanzaba a gritos insultos contra el papa Formoso, estando su cuerpo ya en descomposición. Así que, al no dar razones que refutaran las acusaciones, se le declaró culpable de los cargos, y por tanto, se declaró inválida su elección como papa, todos sus actos y ordenaciones de su pontificado. No contentos con eso, le despojaron de sus vestiduras papales, le arrancaron los 3 dedos con los que impartía las bendiciones papales y fué arrojado al río Tíber. Los restos de Formoso no se recuperaron hasta el pontificado de Teodoro II en el año 897.
¿Qué se puede decir de semejante situación digna de un film gore?, ¿Es esta la actuación de un Vicario de Cristo?, ¿Acaso Cristo actuaría de esta manera?. ¿Acaso quieren hacernos creer que Dios se puede molestar con actitudes mundanas de los seres humanos como vivir en pareja sin estar casados, relaciones prematrimoniales, no acudir a las iglesias, etc, cuando el representante de Dios en la tierra realiza disparates de semejante calibre?. Se supone que el Espíritu Santo no inspiró a semejante personaje en dicha acción, o en su elección como papa, porque de ser así se cubrió de gloria, pero no divina.
La Iglesia Católica no reconoce oficialmente el Sínodo del Cadáver aunque sí ha llegado a admitir que ha habido Papas que no han sido precisamente modelos de santidad: asesinos, licenciosos o papas que han sucedido a sus propios padres en el trono papal.
Extraído de: A
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