La Historia de la Cabeza de Haydn






Hablaremos hoy de cómo Haydn perdió su cabeza, literalmente, aunque, afortunadamente para nuestro músico, esto le sucedió ya de muerto.




Joseph Haydn, retrato de Thomas Hardy en 1792.


Antes de comenzar con la historia debemos comenzar por hablar de la Frenología. ¿Qué es la Frenología? Pues una ciencia algo desagradable (al menos como yo lo veo), que comenzó con los estudios del anatomista alemán Franz Gall. Él y varios de sus seguidores formularon varias hipótesis, supuestamente científicas, para explicar porque razón los individuos cometían delitos. La ciencia ideada por Franz Gall consistía en relacionar la actividad cerebral con la forma del cráneo; de esta manera, los frenólogos creían que el examen del cráneo podía extraerse información de las características psíquicas del individuo.

De manera repentina, la ciencia se llenó de frenólogos, y las cabezas se convirtieron más que nunca en piezas de investigación. Pero no solo las cabezas de los reos fueron objeto de estudio, sino que casi todo tipo de cabezas fueron examinadas por los frenólogos. La idea de que el cráneo de un genio podía alumbrarnos sobre los mecanismos adecuados del pensamiento, entusiasmo y mucho a estos (seudo) científicos, así como a muchos otros individuos que poco tenían que ver con esta disciplina.

Pronto, como sucede con todas las cosas, se instauro un tráfico de cabezas. Cada vez que un asesino moría, se le cortaba la cabeza y esta andaba de universidad en universidad para que a todos les llegara. Pero, como es obvio, el tráfico no se quedó simplemente en las cabezas de los reos, sino que se extendió a todo tipo de cabezas, sobre todo la de los eruditos de diferentes ambientes. Y en esta “piratería” de cráneos se vio incluida la cabeza del músico Joseph Haydn.

Franz Joseph Haydn murió un 31 de Mayo de 1809, en Viena, contaba por aquel entonces con 77 años de edad. Todos sabemos que Haydn fue un gran músico, y por aquel entonces, al contrario de lo que solía suceder con muchos grandes artistas, el austiaco contaba ya con una gran popularidad. Sin embargo, no se hizo funeral alguno; esto se debió a que por aquel entonces, Viena se encontraba en poder de Napoleón. Haydn era muy patriota y total opositor del Gran Corso, por este motivo y para no avivar las aguas, los amigos del músico prefirieron se discretos. De esta manera fue enterrado en el cementerio de Hundstaurm (Parque Haydn), con total sencillez, sin ningún emblema, ni discurso, ni fervor patriótico.

Como era de esperarse, rápidamente empezó la codicia frenológica por sus restos. A los pocos días, el administrador de la cárcel, Joahnn Peter, y el secretario del príncipe Esterházy y antiguo amigo de Haydn, Carl Rosenbaum, sobornando al enterrador lograron exhumar el cadáver para extraerle la cabeza. Al parecer, tanto Peter como Rosenbaum eran fanáticos de la frenología, y de allí era que nacía su obsesión por el cráneo del músico austiaco. Así fue que el enterrador sobornado entro en mitad de la noche al cementerio, extrajo de su tumba el cadáver de Haydn, le corto la cabeza y volvió a enterrarlo con absoluta prolijidad. Una vez que los frenólogos tuvieron en su poder el cráneo, se dirigieron conjuntamente al sitio donde, en aquel momento, se encontraban reunidos varios de sus amigos, también frenólogos, lógico.

Una vez estudiado en totalidad el cráneo, los frenólogos devolvieron el cráneo a Rosenbaum, pero este no lo devolvió a su sitio (el cuerpo de Haydn), ya que esto suponía una nueva profanación, que, además de ser una labor bastante complicada suponía arriesgarse nuevamente a ser encontrado cometiendo un crimen. Por estos motivos Rosenbaum decidió quedarse con la cabeza del músico, que, después de todo, había sido su amigo mientras aún vivía.

Finalmente, cuando termino la invasión napoleónica a Austria, los austriacos liberados estuvieron dispuestos a rendirle a Haydn sus debidos y merecidos honores. Como suele ocurrir con muchos cadáveres celebres, le esperaba al cuerpo de Haydn una serie de traslados hasta encontrar el sitio correcto donde depositarlo para su descanso eterno. El príncipe Esterházy, en 1820, ordenó trasladar los restos del músico al cementerio de Eisenstadt, un sitio donde el músico había compuesto muchas obras.


Nicolás Esterházy fue el mecenas más importante de Joseph Haydn.

Nicolás Esterházy fue el mecenas más importante de Joseph Haydn.


Resulto entonces que fueron a buscar el cuerpo, lo exhumaron y se encontraron con la cruda realidad: El cuerpo de Haydn no tenía cabeza. Rápidamente comenzaron las investigaciones, y aún más rápido se llegó al verdadero autor del hecho: Rosenbarum. En este punto algunas fuentes difieren, se dice que Rosembaum entrego a la policía un cráneo falso, probablemente el de algún reo de menor importancia, aun así, los restos, junto con la cabeza extraña, fueron trasladados a Eisenstadt y sepultados; por otro lado, se dice que la policía allano la casa del secretario del príncipe, y que su mujer oculto bajo su falda el cráneo del músico para que no pudieran hallarlo. En esta segunda hipótesis, Rosembaum sugirió al príncipe Esterházy que si se ofrecía una recompensa, era muy probable que él pudiera conseguir el cráneo usándola como cebo. Al parecer el príncipe ofreció una suma insignificante, y Rosembaum, secretamente ofendido, hizo que se le entregase el cráneo de otro sujeto en lugar que el de Haydn. De cualquier forma, Haydn fue re enterrado con un cráneo que no era el suyo.

Sucedió que, en 1828, y cuando Rosembaum se hallaba cerca de la muerte por una enfermedad que lo tenía a maltraer, se arrepintió de lo hecho y decidió, junto a su cómplice Peter, donar la cabeza a la Sociedad de Amigos de la Música de Viena. Pero esto no pudo ser, puesto que la cabeza había desaparecido nuevamente, según varias fuentes el médico de Rosembaum se la había robado. La cabeza anduvo girando durante un tiempo, y en 1852 fue vendida a un profesor de anatomía patológica llamado Rokitansky. Éste murió en 1878, y el Instituto de Anatomía de Viena para el cual trabajaba reclamó la cabeza. Pero entonces intervino la Academia de música, sus directivos argumentaron que primeramente había sido donada a ellos por el difunto Rosembaum, y que por lo tanto el título de la cabeza estaba en su poder. A todo esto, también aparecieron los Esterházy, quienes también reclamaron la posesión del cráneo, diciendo que, antes que nada, ellos había pagado a Rosembaum por la cabeza y que por lo tanto era suya.

El asunto finalmente llego a la corte, donde la justicia tuvo un curioso dictamen: Se reconoció el segundo accionar de Rosembaum y se le otorgo el derecho sobre la cabeza a la Sociedad de Amigos de la Música de Viena. Esta sociedad la mantuvo por muchos años en exhibición, para ser exactos desde 1879 a 1954.

Para aquel año, la familia Esterházy convenció a las autoridades de la Academia de regresar la cabeza del célebre músico a su posición original (sobre los hombros de su cuerpo muerto). Era, sin embargo, un mal año para esto; justo en aquella época, los soviéticos invadieron el territorio austriaco. El Príncipe Pablo Esterházy fue apresado y sus posesiones, con príncipe descabezado y todo, pasaron a manos de sus invasores. De todas maneras los soviéticos se portaron caballerosamente y permitieron la restitución de la cabeza de Haydn a su cuerpo, y así, desde el 5 de junio de 1954 (cinco años y seis días después de su muerte) Haydn está completo.

Por otro lado, acerca de las observaciones que se hicieron acerca del cráneo del músico, jamás se supo nada.



Extraído de: A, B

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