Tal fue el dolor y la frustración de Nietzsche, para quien el rechazo de Lou Andreas Salomé provocó un amor frustrado, que hizo rechazar a todas las mujeres y originó escritos como estos:
"El verdadero hombre quiere dos cosas: el peligro y el juego. Por eso ama a la mujer: el más peligroso de los juegos"
"Pocos hombres hay aquí: por esto se masculinizan las mujeres. Pues sólo el que sea bastante hombre podrá "redimir" a la mujer en la "mujer"
"Hasta aquí hemos sido muy corteses con las mujeres. Pero !ay!, llegará un tiempo en que para tratar con una mujer habrá primero que pegarle en la boca"
"Cuando una mujer tiene virtudes viriles, hay que huir de ella; si no las tiene, ella misma huye"
"A veces basta con unas lentes de más alta graduación para curar al enamorado"
"Hay mujeres que, por mucho que en ellas se busque, no tienen interior, no son más que máscaras. Hay que compadecer al hombre que se abandona a estos seres casi fantasmales, necesariamente incapaces de satisfacer"
"En la venganza como en el amor, la mujer es más bárbara que el hombre"
Extraído de: A
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