Patricia Hearst, la historia de un extraño secuestro







Los más veteranos del lugar recordaréis la historia de Patty Hearst, cuyo secuestro, el año 1974, acaparó la atención de gran parte de los medios de comunicación de la época.


Patricia Campbell Hearst era lo que se dice una niña bien. Nieta de William Randolph Hearst -el magnate sobre cuya vida se inspiró la película Ciudadano Kane-, hija de Catherine Wood Campbell y Randolph Apperson Hearst, y educada en los más selectos colegios, su vida dió un giro radical al ser secuestrada cuando tenía 19 años por el Ejército Simbiótico de Liberación (SLA) (1), un pequeño grupo de orientación ultraizquierdista surgido en California en los últimos años de la década de los 60 del siglo pasado.





Aunque en sus inicios el SLA abogaba pacíficamente por la desaparición del sistema capitalista, la defensa de los derechos culturales, la abolición del sistema penintenciario y la extinción de la propiedad privada, con el tiempo comenzaron a perpetrar asaltos a bancos, atentados con explosivos, secuestros y asesinatos selectivos. El uso del término "simbiótico" se debía a su creencia de que la asociación entre diferentes grupos conllevaría un beneficio mutuo.


En la noche del 4 de febrero de 1974, William Harris y su mujer, Emily, miembros ambos del SLA, llaman a la puerta del apartamento de Patty con la excusa de hacer una llamada de teléfono. Nada más abrir, es reducida, bajada por la escalera a empujones, encerrada en el maletero de un Chevrolet blanco robado, y conducida hasta el lugar de su cautiverio.





A los pocos días, sus secuestradores hacen públicas sus intenciones: canjear a Patty por dos militantes del SLA presos en la cárcel de San Quintín acusados del asesinato de Markus Foster, un inspector escolar de Oakland. Rechazada esta posibilidad por las autoridades, y dado el impacto mediático alcanzado, el líder del grupo vislumbró la posibilidad de obtener mayor notoriedad intentado favorecer a los más necesitados, por lo que, como segunda reivindicación, exigen a la familia Hearst entregar comida "de calidad" por valor de 70 dólares a todos los californianos pobres.


Esta operación tenía un coste estimado de 400 millones de dólares, por lo que los padres de Patty solicitan pruebas de que su hija está viva. Al poco tiempo, reciben una carta suya en la que queda clara la distancia entre ella y los ideales del grupo que la retiene. Ante este hecho, el padre de Patty, dueño de un emporio de empresas, gastó cerca de seis millones de dólares en comida destinada a los más pobres del área de la Bahía de San Francisco, pero la joven no fue liberada, según el SLA, "por la escasa calidad de lo entregado".

Mientras seguía secuestrada, por la cabeza de Patty comenzaron a cruzarse extraños pensamientos. Según narra en su autobiografía, y posiblemente debido al lavado de cerebro al que fue sometida -estuvo encerrada largo tiempo en un armario, fue agredida sexualmente y aleccionada en los principios marxistas- empezó a sentir simpatía por sus captores, llegando a enamorarse de uno de ellos.





Dos meses después del inicio de su odisea, la personalidad de Patty da un giro de 180º. A través de otra comunicación que hace llegar a sus padres, les hace saber que había decidido formar parte del SLA para "quedarse y pelear", así como que renunciaba a partir de ese momento a su nombre para cambiarlo por el de Tania, en recuerdo de Tamara Bunke, compañera sentimental y de guerrilla de Ernesto Ché Guevara.


Pero la sorpresa final vino el 15 de abril, cuando las cámaras de seguridad del Hibernia Bank de San Francisco grabaron de forma totalmente reconocible a varios asaltantes que se llevaron 10.000 dólares y dejaron heridos a dos guardias. Uno de los ladrones, con una carabina M1 en ristre, era Tania Patricia Hearst.

Un mes después, el 16 de mayo, el grupo tiene un nuevo enfrentamiento en una tienda de deportes de Los Angeles con la policía, aunque consiguen darse a la fuga. Al día siguiente la policía encontró un piso franco en el condado de Watts, produciéndose un intenso tiroteo y el posterior incendio de la casa que terminó con la muerte de seis miembros del SLA. Patty no se encontraba entre ellos.

Detenida en septiembre de 1975 junto con otros comilitantes, durante su estancia en prisión, al ser preguntada por su profesión contestaba que era "guerrillera urbana". A su abogado le pidió que hiciera llegar al resto de integrantes del grupo el siguiente mensaje: "Díles que estoy feliz, que me siento libre y fuerte, y que les envío mis saludos y mi amor".





Llevada a juicio en enero de 1976, su abogado intentó justificar su proceder basándose en los padeceres que Patty hubo de vivir al comienzo de su secuestro, lo que provocó su decisión de comprometerse con el grupo en un caso extremo de síndrome de Estocolmo, pero ella se negó a sustentar esta teoría con el fin de no perjudicar a sus camaradas.

Patricia Campbell Hearst fue condenada el 20 de marzo de 1976 a 35 años de cárcel por asalto a mano armada, aunque posteriormente vió su pena reducida a siete años y, más tarde, fue conmutada por el presidente Jimmy Carter, siendo puesta en libertad el 1 de febrero de 1979, tras haber cumplido 22 meses. El 20 de enero de 2001, el presidente Clinton le concedió el pleno indulto.

A día de hoy, Patty Hearst disfruta de una holgada posición económica heredada, está casada, tiene dos hijas, y ha participado en diversas películas.


(1). En algunos medios también se traduce el nombre de este grupo como Ejército Simbionés de Liberación.


Referencias: 1, 2, 3, 4, 5, 6.




Extraído de: A

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