La derrota de los aliados en la Batalla de Francia, y el posterior armisticio firmado el 22 de junio de 1940 en el vagón de la venganza, dejaban a Francia partida en dos: una zona de ocupación alemana en el norte y el oeste y una zona no ocupada, la zona libre, en el sur con el gobierno títere de Vichy. A pesar del bloqueo marítimo aliado, el puerto de Burdeos, en la zona ocupada, seguía recibiendo buques mercantes con suministros bélicos, combustible, alimentos… La elección de Burdeos como puerto de abastecimiento alemán no fue casualidad: está situado a unos 80 Km tierra adentro, en el golfo de Vizcaya, en el estuario del río Garona y su desembocadura se encuentra minada de pequeños islotes.
Puesto en conocimiento de Churchill, se fueron descartando las operaciones que suponían ataques masivos y se dejó en manos del Almirante Louis Mountbatten, jefe de Operaciones Combinadas de los Royal Marines, que idease un plan para acabar con aquel problema. Éste, recordó que tiempo atrás había descartado, por descabellada, una propuesta hecha por el comandante Herbert “Blondie” Hasler para destruir grandes buques dentro de los puertos con pequeñas embarcaciones tipo kayak. Era el momento de estudiar aquella propuesta… nacía la Operación Frankton. La operación consistían en llegar mediante unos kayaks, preparados por el propio Hasler para llevar 2 personas y 75 Kg. de equipo, al puerto de Burdeos y destruir los buques con bombas lapa para luego huir por tierra, atravesando España, hasta Gibraltar. Se puso al mando al comandante Hasler y se reclutaron 34 voluntarios para seguir un riguroso entrenamiento en la base de Portsmouth: técnicas de navegación nocturna y silenciosa, manejo de las bombas lapa, incursiones reales en puertos británicos… Después de seis meses, y tras una selección por eliminación, el comando quedó reducido a 10 miembros.
El 7 de diciembre de 1942 el submarino HMS Tuna emerge de las aguas y deja a los 10 hombres en 5 kayaks (Catfish, Coalfish, Crayfish, Cuttlefish y Conger) a unos 20 Km. de la desembocadura del Garona… deberían recorrer 100 Km. hasta el puerto de Burdeos. Por unas circunstancias u otras, sólo Catfish, Crayfish y Cuttlefish consiguieron llegar hasta la desembocadura. Ahora debían sortear los islotes, las baterías alemanas y los barcos que custodiaban la entrada al puerto… sólo Catfish y Crayfish atravesaron la línea de defensa. Era la primera noche y todavía les quedaba recorrer los 80 Km. por el río hasta el puerto. Durante el día se escondían y por la noche avanzaban por el río… la noche del 11 de diciembre llegaron a su destino. Hasler y Bill Sparks, que ocupaban la Catfish, consiguieron poner bombas lapa bajo la línea de flotación de 4 embarcaciones - con un dispositivo de retardo que activaba la bomba en 9 horas- y los tripulantes de la Crayfish, Laver y Mills, en otras dos. Hundieron los kayaks y las dos parejas se separaron para seguir el plan y con la ayuda de la resistencia cruzar a España.
Al la mañana siguiente el puerto amaneció con las explosiones de los buques. La misión había sido todo un éxito… ¿y qué fue de los 10 integrantes del comando? Sólo Hasler y Sparks consiguieron cruzar a España. Siguieron la ruta Barcelona-Madrid-Sevilla para llegar a Gibraltar y, después de casi 6 meses, a Londres; otros siete fueron capturados y ejecutados por los alemanes y el último murió ahogado (James Conway, Robert Ewart, Albert Laver, Bill Mills, John Mackinnon, David Moffatt, George Sheard y Sam Wallace).
En 1955 se estrenaba la película The Cockleshell Heroes basada en la Operación Frankton. Hasler viviría hasta 1987 y Bill Sparks hasta 2002.
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