El director neerlandés Jeroen Wolf grabó a cien personas a la edad de "0 a 100 años", para ilustrar el proceso del envejecimiento.
El objetivo del cortometraje es plantear interrogantes acerca de la fugacidad del tiempo.
El cineasta comenzó su proyecto ‘100’ en la ciudad de Ámsterdam en octubre del 2011, acercándose a la gente en la calle para pedirle que pronunciara su edad delante de la cámara. Luego, de las secuencias grabadas, Wolf hizo un cortometraje que plantea interrogantes acerca de la fugacidad del tiempo.
Por las caras de los voluntarios que aparecen en el vídeo, de 150 segundos de duración, se pueden observar los cambios en la apariencia de una persona a medida que se acerca la vejez.
Así, el director abre esta curiosa galería de rostros con un bebé de pocos meses de vida, y la concluye con 'la sonrisa Colgate' de una abuela holandesa de 100 años.
Según confiesa el director, particularmente le fue difícil encontrar a una persona de 99 años de edad. Sólo cuatro meses después del inicio del proyecto, el ‘eslabón perdido’ finalmente apareció.
El objetivo del cortometraje es plantear interrogantes acerca de la fugacidad del tiempo.
El cineasta comenzó su proyecto ‘100’ en la ciudad de Ámsterdam en octubre del 2011, acercándose a la gente en la calle para pedirle que pronunciara su edad delante de la cámara. Luego, de las secuencias grabadas, Wolf hizo un cortometraje que plantea interrogantes acerca de la fugacidad del tiempo.
Por las caras de los voluntarios que aparecen en el vídeo, de 150 segundos de duración, se pueden observar los cambios en la apariencia de una persona a medida que se acerca la vejez.
Así, el director abre esta curiosa galería de rostros con un bebé de pocos meses de vida, y la concluye con 'la sonrisa Colgate' de una abuela holandesa de 100 años.
Según confiesa el director, particularmente le fue difícil encontrar a una persona de 99 años de edad. Sólo cuatro meses después del inicio del proyecto, el ‘eslabón perdido’ finalmente apareció.
Extraído de: A
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